Cometemos varios errores al cocinar los alimentos, el primero es pelar muchos de ellos porque en la cáscara hay una cantidad importante de vitaminas y nutrientes, el segundo es cocinar en bastante agua porque ahí quedan disueltos otra cantidad de nutrientes, el tercero es cocinar a altas temperaturas porque estas rompen los enlaces de las vitaminas y de esta manera pierden sus propiedades y finalmente botamos el agua que, cambiada de color, por el resto de nutrientes que son descartados. Al final estamos comiendo el bagazo.

La forma en la que tradicionalmente se cocina con bastante agua deja ver cómo esta adquiere el color de los alimentos que se cocinan y que es arrojada la mayoría de veces al lavaplatos, por eso los nutricionistas dicen que “si el lavaplatos tuviera aparato digestivo, sería el miembro de la familia mejor alimentado”. Porque no solo es el color de los alimentos lo que queda en el agua sino también sus vitaminas y nutrientes.

Actualmente los estudios médicos muestran un incremento en muertes en la población mundial causadas por malnutrición. La cocción a altas temperaturas y con abundante agua son factores que inciden en una mala nutrición ya que la pérdida de nutrientes y minerales es bastante considerable.

Con nuestros utensilios al cocinar sin agua o con muy poca se garantiza que los alimentos frescos conserven sus vitaminas y nutrientes y por lo tanto estos lleguen a los organismos de las personas y cumplan sus funciones en cada una de las células y órganos. Se cumplirá entonces el objetivo de hacer una alta inversión en alimentos, que es un retorno esperado en el corto, mediano y largo plazo de salud y bienestar.

Mejorar la nutrición: 

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