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MICROBIOTA
La microbiota es el conjunto de los microorganismos que conviven con nosotros y se compone de bacterias, hongos, parásitos y virus presentes en un entorno definido.
Varía según su entorno, por ejemplo, la situada en el tracto intestinal, se denomina microbiota intestinal o flora intestinal.
Además, es la más abundante y es de la que hablaremos en esta oportunidad.
La adquirimos en el momento en que nacemos, se mantiene estable en nuestro organismo hasta los 3 años de edad.
Actualmente los investigadores la consideran como un órgano.
Factores que pueden alterar la microbiota
Aunque la microbiota es estable, puede variar de un individuo a otro debido a factores que producen cambios transitorios tales como:
- Una dieta alta en alimentos ultra procesados
- Una dieta baja en fibra, baja en consumo de vegetales, baja en consumo de cereales y nueces.
- Algunas infecciones, la ingesta de antibióticos.
- La genética, la edad gestacional, y el parto por cesárea.
Funciones de la microbiota intestinal
- Mantiene el bienestar de la mucosa intestinal.
- Mantiene y regula la barrera intestinal.
- En el sistema inmune, nos proporciona defensas contra microorganismos nocivos y ayuda en la activación de la respuesta inmunitaria innata.
Vale decir que en el intestino se encuentran el 60% de las células del sistema inmune.
- Degrada las toxinas, convierte elementos dañinos en sustancias menos tóxicas.
- En la nutrición, nos ayuda a digerir los alimentos, permite la digestión de las fibras alimenticias, que el organismo humano no puede digerir.
- Facilita la absorción de minerales como el magnesio, el calcio y el hierro.
- Sintetiza vitaminas esenciales y aminoácidos.
- En el comportamiento, puede influir en nuestro estado de ánimo.
Características de una microbiota sana
- Gran riqueza y/o diversidad de especies (bacterias, arqueas, eucariotas y virus).
- Capacidad para tratamientos antibióticos o dietas desequilibradas y para recobrar la estabilidad.
- Un alto número de genes microbianos en el intestino.
Nuestra microbiota necesita alimento, las fibras insolubles, es decir los prebióticos.
Las fibras y las vitaminas de los alimentos que consumimos sirven para alimentar y mantener a la microbiota, por esto debemos aumentar la ingesta de vegetales, nueces y frutas.
¿Cómo cuidar nuestra microbiota?
Es importante decir que la alteración de la microbiota trae consecuencias correlacionadas con las enfermedades autoinmunes (diabetes, obesidad, enfermedad cardiovascular, acné, rosácea, asma, infertilidad, autismo).
Recomendaciones para cuidar nuestra microbiota intestinal:
- Consume vegetales ricos en fibra, lechuga, espinaca, alcachofas, espárragos, brócoli y cebolla.
- Elimina de tu dieta los procesados y el azúcar.
- Consume probióticos, te ayudan a tener una microbiota variada. Puedes hacerlo a través de suplementos, consulta antes con tu doctor.
De igual manera,
- Aumenta el consumo de prebióticos tale como cereales integrales, vegetales de raíz y verdura de hoja, manzanas, plátanos, cebollas, ajos, espárragos, frutos secos, semillas, té verde, guisantes y lentejas.
- Evita el consumo de antibióticos.
- Intenta con los alimentos fermentados. Yogur, miso, chucrut, kéfir, kimchi, aceitunas, y por qué no, prueba la kombucha.
- Descansa y duerme bien. Intenta dormir 8 horas. Saca las pantallas de la habitación y evita la luz de los dispositivos electrónicos antes de ir a dormir.
- Actívate, muévete más.
El ejercicio y la actividad física son muy importantes como lo decimos en todas nuestra entradas. Camina, nada, trota, sube las escaleras.
Por último y como lo hemos dicho reiteradamente en nuestras publicaciones,
- Dedícate tiempo, aleja de tu vida el estrés, medita, practica mindfulness, yoga, en fin, la calma de tu ser favorece a tu microbiota.